Un caso real.
Juan Carlos es un joven bondadoso, sensible y de poco carácter, proveniente de una familia trabajadora con deseos de salir adelante. Sin embargo, en su familia, las formas de establecer y comunicar límites a los hijos desde pequeños han sido muy duras.
En lo que respecta a los eventos escolares y actividades importantes que requerían la presencia de sus padres, ellos siempre tenían excusas para no poder asistir. Esta situación le causaba profundas frustraciones, además de la burla de sus compañeros, quienes le decían frases como: “¿Eres huérfano o tus padres no te quieren? Los nuestros siempre están con nosotros”.
Juan Carlos se graduó de la escuela secundaria y decidió estudiar Administración de Empresas en la universidad, con el objetivo de obtener un MBA. Inició su vida profesional, que lo llevó en poco tiempo a varias organizaciones diferentes.
Esto podría haber sido positivo, si, por ejemplo, las organizaciones se hubiesen peleado por su talento, lo cual indicaría que era un profesional destacado en el mercado. Pero este no fue el caso.
Juan Carlos tuvo muchos trabajos debido a su ineficacia para resolver problemas y su incapacidad para negociar conflictos con departamentos internos y/o con clientes. Esto ocurría a pesar de sus brillantes calificaciones y de haber estudiado en universidades de renombre. Entonces, ¿qué fue lo que pasó con Juan Carlos?
Causa de los despidos
La causa de la inconformidad de las organizaciones con los servicios de Juan Carlos radicaba en su Criterio Profesional o Seniority poco eficaz, a pesar de haber sido parte de importantes empresas.
Análisis de su perfil
Juan Carlos tenía las siguientes debilidades muy notorias:
- Era muy vulnerable y manipulable debido a sus temores internos, creados por los castigos severos de su familia ante sus errores e intolerancias.
- Tenía fuertes frustraciones que se activaban al no poder alcanzar lo que se esperaba de él, lo cual le recordaba el abandono que sufrió en varias ocasiones en eventos importantes para él.
- No podía decir no, debido a la falta de un temperamento fuerte. Era permisivo y confiaba mucho en su equipo de trabajo. Como consecuencia, al no poder exigir los tiempos de respuesta necesarios para contribuir a la dinámica organizacional, su equipo no alcanzaba sus objetivos a tiempo.
Los tres puntos anteriores, a saber: temperamento equilibrado, gestión de los temores y frustraciones, y liderar con valores como disciplina, respeto y compromiso, son la base para edificar un criterio profesional sólido. En consecuencia, Juan Carlos no pudo desarrollar un seniority acorde a su preparación y años de trabajo.
Author:Carlos Rossi
1 comentario
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En muchas ocaciones nos cuesta mucho decir no a nuestro compañeros de trabajo, incluso por temor reverencial a nuestros superiores terminamos diciendo cosas que sabemos que son imposibles de alcanzar pero por temor damos respuestas o nos esperanzamos en dar positivas, considero que Juan Carlos, debería tener mas temperamento y ser raciaonal, con esto rompería cualquier tipo de paradigmas que tenga en frente.
Saludos
Carlos.
Un abrazo .
Stalin