Stephen Hawking vive

Estimado Doctor Stephen Hawking.

Sé que desde hoy estará en el TODO, en el Universo, ese “lugar” que en el pensar de años atrás, no tenía límites ni se conocía su nacimiento, pero, que con su mente brillante iluminó para que la ciencia pudiera comprender mejor como se originó y avanzar en descifrar el código de formación del sitio que ahora es su hogar.

Siento admiración por su espíritu y valentía para vencer los obstáculos más difíciles que la vida, inspirado por cumplir sus sueños, los que orientaron a la humanidad hacia una ciencia que hoy busca que nuestra raza pueda subsistir en este planeta o en otro y considere comunicarse con civilizaciones extraterrestres para romper el mito de su privilegio de ser “única” en el universo y demostrar que Dios o el mismo universo no son egoístas.

Pienso que Dios, o la madre naturaleza, o la fuerza universal o simplemente el universo, hoy recibe a su propio terapeuta-analista, y no me cabe duda que con el mayor de los respetos hacia usted, escuchará, ya no su voz, sino a su alma noble y única que decidió elevarse más allá del bien y del mal, buscando dejar como legado el comprender mejor la creación o evolución del universo.

Pasarán los tiempos y las eras y seguiremos emocionándonos con su historia de vida, su lucha e inteligencia que con tanta luz e inspiración transformó la vida de muchos de nosotros.

Espero que cuando llegue el día de partir de este mundo, en mi travesía por el universo, pueda volver a vivir la felicidad que puede dar el comprender la historia del tiempo, y como final del camino, encontrarlo y agradecerle en nombre de la humanidad, el motivar a muchos seres humanos a cumplir sus sueños y pensar con amor como enseñarle a comprender su historia y posible futuro.

Adiós Doctor, para nosotros los científicos actuales y los futuros, sin importar especialidades ha sido, es y será un ejemplo por los siglos de los siglos.